domingo, 14 de noviembre de 2010

Make tea not war

El té es una de estas cosas que me apasionan. En todos sus aspectos y niveles.
Puedo disfrutar una taza servida en porcelana fina, de alguna de las mejores mezclas en hoja seca al granel, a la vez que me enamoran algunas mezclas ya empaquetadas en bolsitas.

Tés negros y fuertes por la mañana, ligeramente aromatizados a media mañana, té verde al mediodía, negros y aromatizados de nuevo por la tarde y hebales y afrutados por la noche.
Pero té, simplemente té. Sin añadidos ni leches (literalmente). Excepto si estoy malita, en cuyo caso me permito miel en la infusión. O bien después de comer, donde un té negro con una rodajita de limón hace milagros para bajar las comidas copiosas.

Hace unas semanas, de vuelta del médico me crucé con esta maravilla: Typhoo  Orange Pekoe. Caja de 80 bolsitas por menos de 2€ Casi muero de la alegría

----->>>

Para ser un té negro, es relativamente suave. Baja bien a la garganta, sin rascar ni nada. Y sí, no es tan aromática como mis adorados Grey pero de vez en cunado una necesita una buena dosis de cafeína y tanino.

El envoltorio plateado interior está lleno de frases famosas relacionadas con el té. De el "make tea and not war" de los Monty Python , hasta el "There are few hours in life more agreeable than the hour dedicated to the ceremony known as afternoon tea" de Henry Hames, The Portrait of a Lady.

Me tiene enamorada. Y he de reconocer, que en estas últimas (y las que quedan por venir) semanas de intensa actividad ante el ordenador escribiendo (o intentando escribir) como una posesa, nada me ha causado más placer que tomarme a nice cuppa of Orange Pekoe on my lovely Carpe Diem mug.
Se mezclan ahí la pasión por haber encontrado un tesoro, ¡una ganga! con el más alto snobismo al usar LA taza de extraordinaria porcelana china y grabado de oro de 24 kilates.

Más valiosa aún, desde que descubrí que la tienda donde la compré hace ya años en Shaftesbury Avenue ha cerrado. Es mi taza de escribir, la amante de mi musa, nada me pone más en modo de escritora que su presencia en la mesa.  A mi izquierda, para poder observarla mientras escribo.




Porque "there is no trouble so great or grave that cannot be much diminished by a nice cup of tea", ¡cuánta razón Mr. Heroux!