sábado, 6 de agosto de 2011

Autonomamente estresada

Hace unos meses, sin comerlo ni beberlo, me vi metida en el maravilloso mundo de los autónomos. O como la gente suele decirme cuando se lo cuento: "¡hostia, qué putada!". Si me lo cuentan hace un año de hecho yo habría dicho lo mismo, y siendo sinceros: ES UNA PUTADA.


Pero como estamos en este mundo para sorprendernos cada día, y a mi esto me cayó un poco del cielo (y por cielo se entiende los despachos de los jefes-jefazos y sus disputas con la dirección de Madrid) pues toca aguantar. Aún así mejor mirar el lado positivo que para ver el negativo ya está el resto del mundo.

¿Que cómo puede tomarse una esto de ser autónoma de forma positiva? Con voluntad, mucha voluntad. Especialmente cuando empiezas a ver que esto muy probablemente sea un "welcome to your new life".
No en este "trabajo" pero sí si los derroteros fashionisticos me llevan por caminos creativos. Hasta que ese día llegue, yo me informo y aprendo sin las presiones reales de tener un negocio propio.

Porque yo constaré como autónoma pero de eso ná de ná señores: autónoma sí, pero no profesionalmente emancipada.

Contexto y planes futuros a parte, ¿en qué le cambia a uno la vida cuando se hace autónomo? Básicamente en que de pronto todo es un lío.

Hay papeles y más papeles, e impuestos que llevan papeles. Y miedo a que Hacienda te encule pero que a gusto con papel y todo incluido señores, y bueno...

¡Muchos papeles por hacer!


Es un cambio de chip mental. A efectos prácticos, burocracia y papeles a parte, todo parece igual, pero jurídicamente es todo muy diferente.

Un profesional autónomo no tiene jefes, tiene clientes.

Un profesional autónomo no tiene nómina, les cobra una factura a sus clientes por la actividad laboral prestada (diría servicio, pero suena a que va una haciendo "servicios" por ahí y no es plan).

Un profesional autónomo ve un total en su factura muy bonito, pero tu gozo en un pozo. Hay un 18% de esa cantidad a la que le dices HOLA y ADIÓS. Yo hago como que no ha pasado, no lo he visto entrar, porque son casi 300€/mes que no me cato.


Un profesional autónomo no paga a la Seguridad Social, sino que se paga su seguro de autónomos.

Un profesional autónomo tiene que tener una salud de hierro, porque el seguro de autónomos es una puta mierda donde no te pagan baja laboral hasta el 4º día de estar malo/incapacitado.

Un profesional autónomo tiene un alta probabilidad de morir ahogado entre tanto papeleo y más papeleo.




Que si el IVA trimestral, que si el IRPF, que si el IVA anual, que si hacer facturas, que si recibir facturas, que si esto que si lo otro.

Creo que la frase que más he ido diciendo últimamente ha sido "joder! ¿dónde deje ese ticket/factura?".
En especial cuando nos acercamos al temido día 20 cada cuatro meses, fecha límite para hacer la declaración trimestral de IVA (también como conocida como: ahí se va ese dinero... fue bonito mientras duró). Y no me pongo hablar de los rollos de Hacienda y su dicho formulario 303 y de las mil manera de entregarlo pero que son mentira porque se escacharra todo cada dos por tres... O de como el Certificado Digital de los cojones que debería hacerme la vida más fácil lo único que hace es amargámela,  y un largo etc etc etc.


Pero he dicho que iba a ser positiva, ¿verdad?
Así que paciencia y buen hacer.
El año que viene cuando me toque pringar en la Declaración de IRPF ya hablaremos de nuevo.

2 comentarios:

  1. Cada vez que os oigo hablar a los autónomos españoles (con perdón) se me ponen los pelos de punta. No es por fardar, pero aquí en Reino Unido es muy fácil ser autónomo, al menos de lo mío.

    Soy autónomo desde hace tres años, aunque hace un año que apenas presto servicios como autónomo. Lo único que tengo/tenía que hacer es, una vez al año, entrar a una página web y decir cuánto había cobrado entre abril del año anterior y abril del año actual. Y ya está. Me decían cuánto debía (excepto aquel maravilloso año en que me tuvieron que devolver un pastón...), lo pagaba y ya está. La cosa se solucionaba en un ratito frente al ordenador.

    Hombre, habrá casos y casos. Lo mío era muy sencillo, porque yo me dedicaba a pasar recibos a las agencias para las que trabajaba, y luego sólo sumaba lo que había cobrado de cada una y ya está. Si tienes gente trabajando para ti o alquileres de locales por en medio, ya es más difícil porque tienes que dedicarte a calcular mil cosas más... Pero si sólo es cuestión de ir acumulando facturas, aquí no tiene mayor misterio.

    ¿Todavía os cobran una cuota mensual por ser autónomo? Porque aquí ni eso. Cada tres meses me piden un adelanto de los impuestos que les debo (suelen ser unas 30 libras pero no sé si es lo estándar o porque nunca llegué a cobrar mucho como autónomo) y luego eso me lo descuentan de lo que les debo cuando hago la declaración.

    Ah, todo el tema de no cobrar cuando estás enfermo y tal, igualito. Más de una vez fui a dar clase cuando sólo tenía ganas de morirme en el sofá. Una de las pocas cosas que no hecho de menos de mi vida de autónomo... Está muy bien poder decidir cuándo vas a trabajar y tal, pero ahora mismo me quedo con saber cuánto voy a cobrar cada mes.

    ¡Ánimo! ;)

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  2. A ver, aquí está todo un poco exagerado, como ya es de esperar. Pero la sensación de "madre mía que marrón" si que la tienes en momentos fugaces.

    Yo estoy como una especie de freelance pero con un cliente único. Así que en el fondo es relativamente simple porque incluso me retienen ellos el IRPF con lo que sólo tengo que hacer las trimestrales+anual de IVA. De momento, porque si empiezo a hacer cosas varias por interés personal/profesional sí que me tocará hacer otro domuento extra.

    No son complicados, son poco intuitivos. Una vez que alguien te asesora o te lo explica, es simple llevar tu propia contabilidad (siendo freelance, una empresa es diferente).

    Pero es que joder! Los problemas los he tenido para hacerlo telemáticamente. Ambas veces por culpa del jodido Certificado Digital, que en teoría te arrgla las cosas pero no, en mi caso me las complica. Eso sí, ya no me vuelve a pasar. No me dejo nada para el último día otra vez. ¡No señor!
    Cielo, aquí pagamos el IRPF que son los impuestos como cualquier trabajador, y en lugar de descontarnos un % para seguridad social pues pagamos el seguro de autónomos. En el fondo es lo mismo sólo que no te lo descuentan en la nómina. Son en mi caso por ser mujer menor de 35 180€/mes pero ya es lo que te quitan de SS así que ahí queda equiparado. Por la condiciones nop, como bien has dicho a uno le toca ir a hacer acto de presencia al trabajo aunque se esté muriendo (trabjar realmente ya es otro hablar).

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